Trabajo remoto vs presencial

Jose Maria Roman
7 min readSep 8, 2021

Buenas a todos!

Hoy me gustaría escribir (desde mi humilde experiencia) sobre uno de los temas más debatidos recientemente en nuestra sociedad, la llegada del teletrabajo o trabajo desde casa.

Y bien, con esto de la pandemia, nos vimos obligados en muchos casos a trasladar nuestro lugar de trabajo, de la oficina a nuestro propio hogar, y esto ha hecho que sea un tema que se ha hablado en las empresas o entre compañeros, amigos e incluso los gobiernos. Algunos están a favor porque el teletrabajo les ha cambiado la vida, otros por el contrario prefieren seguir asistiendo a la oficina, y otros preferirían un modelo híbrido de oficina/remoto.

¿Cuál es el mejor modelo? Pues creo que sería injusto dar una respuesta, puesto que todo depende de las necesidades del trabajador y de la empresa.

Yo puedo decir que tengo la suerte de haber experimentado los 3 tipos de modelos en mi vida profesional, y evidentemente tengo uno preferido, pero no por ello significa que sea el mejor, aunque sí que lo es para mí, ahora en este momento de mi vida.

Trabajar desde la oficina

Photo by Israel Andrade on Unsplash

Este ha sido (y sigue siendo) el modelo más extendido en nuestro país. Estamos acostumbrados a una cultura de empresa donde la asistencia a las oficinas es obligatoria en muchas compañías, y además algunas no conciben que sus empleados trabajen desde otro lugar en ningún momento. Muchos os preguntaréis ¿Por qué? Pues podría ser por aspectos que considero algo negativos como la desconfianza en los empleados, o por aspectos de fuerza mayor como que los empleados tengan que asistir a reuniones presenciales con clientes, o también porque no puedan disponer del material de trabajo en sus casas.

Dicho esto, ¿qué ventajas tenemos a la hora de trabajar desde la oficina?:

  • Tenemos un entorno de trabajo instalado (escritorio, silla, ordenadores…) que se supone, que debe ser cómodo y debe tener todo el material que necesitamos para realizar nuestro trabajo.
  • Tenemos una interacción más humana y directa con nuestros compañeros y jefes. Las conversaciones cara a cara son un aspecto fundamental en la comunicación de los trabajadores, y desde una oficina podemos realizar reuniones presenciales, desde salas, o incluso acercarnos al puesto de un compañero para solucionar cualquier impedimento. Además, gracias a esto se crean vínculos interpersonales que potencian el compañerismo y crean una cultura de empresa.

Que desventajas tenemos:

  • Trabajar desde una oficina, significa trabajar desde un lugar en concreto. Esto nos obliga a vivir en la misma ciudad o en sus cercanías.
  • También implica depender de un transporte para ir a la oficina, ya sea en coche, autobús, metro, aunque con suerte si consigues vivir cerca vas andando. Y depender de un transporte significa que gastamos nuestro tiempo en ir y venir todos los días, además del dinero que se invierte en el transporte: gasolina, tickets de bus o metro…
  • Otro aspecto negativo y que os puede resultar curioso es que podría darse el caso de tener más distracciones en una oficina, y esto puede ser porque el lugar de trabajo sea muy ruidoso con muchas personas hablando en una misma planta, o que tengas muchas interrupciones de compañeros o jefes. Si en vuestra compañía no cuidan esto, ya os digo yo que es muy complicado concentrarse.

Trabajar desde casa

Photo by Mikey Harris on Unsplash

Como hemos comentado, con la pandemia este modelo se ha extendido, aunque sabemos que otros países de nuestro entorno ya lo llevaban a cabo. Es cierto que muchas personas no están acostumbradas a esta manera de trabajar, e incluso les “asusta” porque no saben si se van a sentir más perdidos y solos, o se les va a valorar peor. Yo ya tenía la experiencia de haber estudiado la carrera a distancia, y no lo niego, fue duro, pero también aprendí a estar más enfocado en el estudio. Pues bien, con el trabajo desde casa es lo mismo, uno debe centrarse en realizar sus tareas en su tiempo habitual de trabajo, habiendo preparado antes su entorno para poder realizarlas de forma cómoda y sin distracciones (más adelante explicaré algunos puntos a tener en cuenta para hacerlo con éxito).

Que ventajas podemos observar:

  • La más importante, la flexibilidad. Trabajar desde casa te permite vivir prácticamente donde quieras, cerca de tus familiares y amigos, en tu pueblo, en una zona costera… Tu abanico se amplía, y ya no dependes de vivir en un lugar en concreto.
  • Se acabó malgastar tiempo y dinero en transporte. Puedes levantarte todas las mañanas pensando que no dependerás de un autobús, metro o coche, y que no tendrás atascos, porque tu lugar de trabajo está en la habitación de al lado.
  • Relacionado con los dos puntos anteriores, está la conciliación de vida laboral y familiar. Ahora que puedes vivir en el lugar que quieres y no inviertes tiempo en transporte, ganas en calidad de vida y puedes invertir más tiempo con los tuyos.
  • Puedes estar más enfocado en tu trabajo. Y ¡ojo! Esto no significa trabajar más horas por estar desde casa, me refiero a que puedes evitar las distracciones que tendrías en una oficina. Pero eso sí, tendrás antes que invertir en tener un buen espacio de trabajo.

Que desventajas vemos:

  • Pierdes contacto personal con los compañeros y jefes. Esto no debería perjudicarte si utilizas algunos medios virtuales que puedan ayudarte, pero si es verdad que si no pones de tu parte en la comunicación puedes llegar a aislarte. La comunicación es esencial en el trabajo desde casa.
  • Si no tienes un espacio de trabajo adecuado, puedes tener muchas distracciones y falta de concentración. Las familias con niños, o casas donde viven muchas personas pueden distraerte a la hora de trabajar, por eso es esencial que reserves un espacio donde no te puedan molestar.
  • A muchas personas les pasa que al estar desde casa les cuesta desconectar, invierten más horas que las que les corresponden, y cuando paran, al no existir esa transición de la oficina a casa, siguen pensando en el trabajo.

Modelo híbrido (oficina y 2–3 días a la semana desde casa)

Photo by Christopher Gower on Unsplash

Este modelo también esta pegando fuerte ya que para muchos es la supuesta solución a los inconvenientes de los dos anteriores.

Las empresas por un lado, tienen la ventaja de que pueden tener a sus trabajadores en la oficina (incluso pueden tener más trabajadores en un espacio reducido, haciendo rotaciones de asientos), y la desventaja, de mantener un espacio de trabajo con el coste que eso conlleve que si todos estuviesen desde casa.

Para los empleados, la ventaja es mayor flexibilidad que ir todos los días (se quitan algunos días de atascos y demás), pero no tanta flexibilidad como para vivir lejos del lugar de trabajo.

Ya hemos visto cuales son las ventajas e inconvenientes de cada modelo de trabajo, y cómo comenté anteriormente, cada uno puede tener una preferencia. Yo por ejemplo la tengo, para mí a día de hoy el modelo que prefiero es 100% remoto, puesto que considero la flexibilidad muy importante en mi vida. Por suerte, estoy en una empresa que me lo permite, y donde la gran mayoría teletrabajamos.

Photo by Carl Heyerdahl on Unsplash

Ahora bien, para sentirnos cómodos y eficientes trabajando desde casa recomiendo seguir estas pautas:

  • Separar el espacio de trabajo en nuestra vivienda. Esto lo considero algo esencial, aunque sé que no es fácil porque depende del tipo de vivienda que tengamos. Lo ideal sería utilizar una habitación como despacho, donde podamos trabajar sin distracciones. Si no disponemos de una habitación sólo para eso, hay que intentar buscar un lugar donde no haya mucho tránsito de personas, por ejemplo una esquina del dormitorio.
  • Seguir unos horarios y seguirlos en la medida de lo posible. Intentar tener una rutina de inicio y fin de nuestra jornada de trabajo, cumpliendo las horas que tenemos habladas con la empresa, de igual modo que si fuéramos a una oficina.
  • Empezar el día con buena actitud para trabajar. Y a esto me refiero por ejemplo a cosas como, evitar trabajar en pijama, que aunque estemos en casa, vestirnos de forma similar a cómo iríamos a la oficina nos dará un extra de motivación.
  • Usar herramientas virtuales de comunicación y colaboración. Por ejemplo, Skype, Microsoft teams, Zoom, Hangouts, Google Drive, Trello, Slack… Estas herramientas, o las que ponga la empresa a nuestra disposición, nos ayudan a trabajar en sincronía y mantener una buena comunicación.
  • Relacionado con el punto anterior, para las reuniones virtuales o videoconferencias que hagáis, lo ideal es usar la webcam. Con la cámara podemos ver a nuestros compañeros y que ellos nos vean, así tendremos una interacción más cercana y humana a la hora de hablar o debatir sobre cualquier cosa.

En conclusión, el trabajo remoto es una gran posibilidad para muchos de tener esa flexibilidad que no existe si estamos atados a una oficina, pero como todo, si no nos organizamos de forma adecuada puede pasarnos factura en nuestro día a día. Así que elegir una opción u otra dependerá de nosotros mismos según nuestras preferencias, y de lo que nos ofrezcan las empresas.

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